Este verano he disfrutado de la naturaleza y del clima gallegos. De su cocina, de su gente y de la sensación de encontrarse realmente en un pedacito del Cielo en la Tierra. No he hecho otra cosa que dormir, leer, pasear, fotografiar, ver atardeceres impresionantes y disfrutar de la compañía. E, inevitablemente, lo echo de menos ahora que Noviembre está aquí y que las próximas vacaciones se ven tan lejanas aún...
Paciencia.
¡Muchos besos!